El edificio se encuentra muy reformado y carece de interés arquitectónico. Destaca únicamente un escudo situado en la fachada, vinculado con el monasterio de Rueda.
El escudo es rectangular, con el interior rehundido, en el que sobresalen en relieve bastante acusado una mitra abacial bajo arco de medio punto, un báculo, las cuatro barras verticales de la bandera aragonesa y una rueda. Aunque el espacio interior no presenta una división en cuarteles, los elementos están dispuestos de un modo que recuerda la compartimentación habitual en los escudos. Los elementos del escudo están pintados en colores muy vivos.
Aunque no pueda constatarse en la actualidad, por su parecido con el escudo de la fachada de la Casa de los Recaudos, puede deducirse que el escudo está tallado en un bloque de arenisca que se incrusta en el paramento.