Se trata de un amplio conjunto productivo, que consta de varios edificios y de las infraestructuras de producción de la sal, que se extienden sobre una amplia superficie y presentan diversas características, de modo que parecen datar de distintas épocas.
Las salinas aprovechan para su ubicación el interior de una gran laguna de agua salada, denominada del Rey o de la Playa. Es una laguna de origen endorreico, de escasa profundidad, muy similar a otras existentes en la zona y frecuentes en la comarca de Monegros. La alimentación hidrológica de todas ellas es el agua de lluvia, pero en el caso que nos ocupa existe un manantial.
Se sitúan aprovechando una lengua de tierra, algo más elevada que la cuenca circundante, que se interna en la laguna desde su extremo oeste a lo largo de unos centenares de metros.
En el montículo de tierra se ubican los edificios propiamente dichos. Son tres. En la cúspide, el de mayor tamaño, que parece haber combinado las funciones de almacén y lugar de residencia de operarios, así como quizá de administración. En la falda de la ladera, un almacén de menor tamaño, que probablemente es la edificación más antigua e interesante del conjunto. Entre ambas, desplazada ligeramente hacia el este, una pequeña construcción de almacenaje de factura y materiales muy contemporáneos, y carente de interés arquitectónico.
Las infraestructuras de producción de sal se encuentran en la laguna propiamente dicha, extendiéndose a ambos lados del montículo citado. Se trata de balsas y de eras. Las primeras, destinadas a almacenar grandes cantidades de agua de los dos manantiales existentes. Las segundas, al depósito de pequeñas cantidades de agua, tras cuya evaporación quedaría depositada la sal sobre el terreno.
En el lado norte se encuentra el conjunto de menor interés. Hay tres eras de grandes dimensiones, de planta rectangular; están delimitadas por muretes de mampostería o de piezas de tierra, de unos 40-50 cm de altura. En sus lados cortos se prolongan mediante una plataforma de losas, destinada a depositar la sal obtenida. Hay además varias eras de planta rectangular, de tamaño sensiblemente menor, alineadas y adosadas unas a otras por sus lados largos.
Al lado sur se extienden muchas más construcciones, probablemente de mayor antigüedad y, asimismo, de mayor interés. Hay dos grandes balsas delimitadas por muros de sillería, de disposición rectangular y planta que alterna los tramos curvos (de planta más menos circular, a modo de estanques) y rectos (a manera de canales de comunicación entre los espacios anteriores). En cuanto a las eras, además de algunas eras individuales diseminadas sobre el terreno, hay un gran conjunto de eras dispuestas en retícula sobre el terreno, con pasillos de circulación abiertos entre ellas, empedradas con losa y con plataformas de piedra para la sal sobreelevadas en el interior de cada era.