Se trata de un conjunto arquitectónico compuesto por un castillo medieval y una ermita y construcciones complementarias barrocas, que se constuyeron en su interior cuando la fortificación había perdido su primitivo uso.
Se encuentra en la cima de un cerro, en un espacio alargado y estrecho. El recinto fortificado se adapta al terreno disponible, constituyéndose como un conjunto de planta rectangular con eje longitudinal norte-sur. Este recinto murado medieval está protegido por torreones rectangulares integrados en la muralla y cuenta con una torre de mayor desarrollo. En su interior, junto a la torre principal, se construyó en época barroca la ermita y, adosada a ella por la cabecera, la casa del santero. Asimismo, se dotó al recinto de una nueva puerta de acceso. Una parte importante del recinto está arrasada, conservándose con cierta integridad únicamente en el lado oeste, donde se encuentran la torre principal y la ermita.
La obra medieval propiamente dicha está realizada en mampostería bastante irregular, dispuesta en dos capas entre las que hay un relleno de tierra, un aparejo y técnicas constructivas que recuerdan en bastante medida a los de los cercanos castillos de Alborge y Matamala.
De ese modo está construido el muro que delimita el ya mencionado recinto rectangular, aunque parece haber sido rehecho en varios de sus tramos. A lo largo de su trazado se alzan varios torreones cuadrangulares, integrados en el mismo y ligeramente salientes hacia el exterior. Son cuatro por el lado oeste, uno en el este y dos, apenas ya visibles, en ambos extremos del lado norte, flanqueando la puerta barroca que quizá se ubica en el mismo punto del acceso al castillo medieval. Se encuentran muy rebajadas en altura.
La torre principal tiene planta cuadrada y se encuentra adosada al muro del recinto por su parte exterior, con una puerta de acceso desde el interior del mismo. Se encuentra también en muy mal estado
La mayor parte de las estructuras construidas del interior, aparte de los elementos defensivos citados, son de época barroca.
La puerta se alza en el extremo norte del conjunto, en uno de los lados cortos del recinto rectangular, descentrada respecto al mismo en integrada en un paramento de mampostería que puede corresponder al primitivo recinto, aunque sus características no permiten asegurarlo con toda certeza.
La ermita, que cuenta con una ficha independiente, se encuentra en el interior del recinto, adosada al paramento oeste de la fortificación, junto a la torre principal.
A continuación de la misma, adosada a su cabecera, se encuentra la casa del santero. Esta es una construcción de dos plantas, con una fachada recta, uno de cuyos extremos se encuentra ligeramente saliente respecto al resto. Está realizada en su mayor parte en mampostería revocada de yeso, aunque el cuerpo saliente del extremo, que la une con la cabecera de la ermita, es de gruesas losas dispuestas verticalmente con mucho mortero, un aparejo muy frecuente en la construcción tradicional de la zona en el siglo XX; este parece ser un cuerpo independiente de construcción muy posterior al resto.
En la fachada destacan la puerta en arco de medio punto, con dovelas muy cortas de piedra, y un gran vano enterizo situado sobre ella, en arco carpanel. El interior del edificio, sin elementos arquitectónicos destacables, se encuentra en avanzado estado de ruina.