Rodeado por un cercado, se trata de un conjunto compuesto por tres edificios: el destinado a matadero propiamente dicho y, situados tras él, dos construcciones gemelas donde se encontraban los establos para el ganado vacuno y lanar y otras dependencias auxiliares.

Todos los edificios presentan un diseño de carácter funcional, cuyo carácter regular y simétrico recuerda lejanamente los postulados de la arquitectura racionalista del momento. También debieron cuidarse especialmente las condiciones higiénicas, pues cuentan con abundantes vanos de ventilación.

El edificio principal, de planta rectangular, está compuesto por tres sectores adosados entre sí: el central, más ancho, de forma que sobresale respecto a la alineación de la fachada tanto por la parte delantera como por la trasera, donde se encontraba el acceso principal y quizá un pequeño espacio administrativo; los laterales, de diferentes longitudes, pudieron haber sido las zonas dedicadas al sacrificio de cada uno de los tipos de ganado con los que trabajaba el matadero.

Los tres sectores cuentan con puertas de acceso independientes y vanos adintelados de ventilación de distintas dimensiones.

En cuanto a los edificios de la parte trasera, se trata de dos construcciones gemelas, de planta rectangular y un único piso de altura.

La situada a la izquierda estuvo dedicada a establo para el ganado vacuno y lanar, que contaban con espacios independientes. Por este motivo, su interior estuvo dividido en dos sectores, cada uno con su correspondiente puerta de acceso, situadas ambas en la parte central de la fachada, y dos ventanas de ventilación a los lados.

Desconocemos la función exacta de la situada a la derecha, aunque pudo estar destinado a albergar las infraestructuras relacionadas con el imprescindible abastecimiento de agua a las instalaciones. En este caso, la fachada está abierta mediante una hilera de cuatro ventanas, similares a las de los establos contiguos y en línea con ellas, ya que el acceso se realizaba por la parte trasera.