Se trataba de un conjunto de planta rectangular, con edificios en tres de sus lados y un patio en su parte central, rodeado por un muro de sillares de piedra en los tramos no construidos.
En la actualidad se encuentra muy transformado, debido a su conversión en conjunto residencial hace unas décadas, que supuso la demolición de algunas construcciones y la transformación de las restantes. Se conserva, si bien muy modificado, el edificio principal con fachada a la calle de Joaquín Costa, el portón de acceso al interior del conjunto y parte del muro perimetral, tanto en la zona frontal como en la trasera.
El edificio principal tiene planta rectangular y tres pisos de altura. Su fachada está construida con sillería en la planta baja, mientras que las dos superiores alternan las hiladas de sillares con bandas de ladrillo; las laterales, revocadas y presumiblemente de ladrillo, cuentan con esquinazos de sillería y una cadena central que alterna también los sillares y las bandas de ladrillo.
La fachada, con abundantes huecos, destaca por su composición regular, con cuidadas simetrías que potencian los ritmos visuales. Todos los vanos están rematados por arcos extremadamente rebajados.
En la planta baja se alternan puertas y ventanas. En la primera se produce una alternancia simétrica, aunque en este caso se produce entre balcones (sobre las puertas de la planta inferior) y ventanas. En la superior hay una hilera de ventanas de menor tamaño, en eje con los huecos de los pisos anteriores. Remata la fachada un alero de cierto vuelo sostenido por canecillos de madera tallada.
Adosado a la esquina de este edificio se abre el gran portón de acceso al interior del conjunto. Está realizado en sillería, con decoración arquitectónica de ladrillo que le otorga un carácter próximo al estilo neomudéjar.
La puerta es un gran hueco en arco rebajado de ladrillo (en cuya parte central figuran las iniciales TA, correspondientes a Teresa Alcrudo, propietaria de la empresa) sobre jambas de cantería ligeramente resaltadas, flanqueado por faldones cóncavos.
Sobre el frente de cantería se superponen los mencionados elementos decorativos realizados en ladrillo: una pareja de pilastras rematadas por dentículos flanqueando el vano, cortadas por sendas bandas horizontales con el frente rehundido; el acabado perimetral de los faldones; y una cornisa de escaso vuelo, decorada a base de pirámides escalonadas, que sostiene un tejadillo a dos aguas de piedra moldurada.