Gobierno de Aragón Diputación Provincial de Huesca Sistema de Información del Patrimonio Cultural Aragonés

Salinas

Huesca -  La Litera / La Llitera -  Peralta de Calasanz -  Peralta de la Sal

Bien de Interés Cultural  - Conjunto de Interés Cultural  - Lugar de Interés Etnográfico

 Áreas de información


 Ubicación:

Se sale de Peralta de la Sal en dirección a Gabasa por la A-2216. Antes de haber dejado atrás las últimas casas, hay un cartel que indica una pista hacia la derecha que conduce a las salinas




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Descripción


 Se trata de una salina de agua o salmuera en la cual la sal se obtiene por evaporación y decantación. La salina es recorrida en toda su extensión por un eje principal que canalizaba el manantial como una espina dorsal encajada entre muros de sillar de unos 2 metros de alto que separaba en dos zonas las eras.

El conjunto está  organizado a partir de dos balsas grandes o saladeras de 8 metros por 16 y de una profundidad de 4 metros cada una, construidas con potentes muros en piedra de sillería; ambas reciben el agua y la distribuyen a una red de balsas pequeñas, pozas o eras, de las cuales, llegaron a existir unas 365, una por cada día del año. Las eras se comunicaban entre sí por canales de medios troncos vaciados, imbricados, que aseguraban una mayor duración ya que  la madera es el material que mejor resulta en contacto con el agua salina.

Cada era tiene aproximadamente entre 3 y 5 metros, y 20 centímetros de fondo. Para evitar filtraciones el suelo de cada era está empedrado con cantos de río y rodeado por un zócalo de ladrillos, colocado en talud. Repartidos entre las eras se disponen unos cubiertos sin muros, para que el agua de la lluvia no mojase de nuevo la sal extraída y acumulada antes de ser transportada, fuera de la salina.

 



Protección. Historial administrativo


 Declaración Resolución: 19/06/2007 Publicación: 29/06/2007
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Fuente


  • BIEL IBÁÑEZ, María Pilar (coord.). Inventario del patrimonio industrial y la obra pública de Aragón. Inventario inédito, Gobierno de Aragón, Diputaciones y Comarcas, 2004-2009.

Bibliografía


  • CASTERA, Patricia; Tomás Zarroca, Pepa. El salinar de Peralta de la Sal. Temas de Antropología Aragonesa. 2008 , nº 16-17, p. 231-246.
  • FALGUERA TORRES, Sergio. Las salinas de interior de las comarcas de la Litera/Llitera i la Ribagorza/Ribagorca. Simposio sobre el Patrimonio Minero y Geológico Aragonés (3º 2004, Estopiñan del Castillo). 2004 p. 33-38.
  • HUESO KORTEKAAS, Katia. Gente salada: Las salinas de interior, ¿un patrimonio vivo?. Collado Mediano: Instituto del Patrimonio y los Paisajes de la Sal, 2015.
  • MATA PERELLÓ, Josep Maria. Introducción para el conocimiento de la mineria y de las mineralizaciones de la Comarca de La Litera /Llitera (Depresión Geológica del Ebro y Sistema Piernaico, Huesca). Simposio sobre el Patrimonio Minero y Geológico Aragonés (3º 2004, Estopiñan del Castillo). 2004 p. 125-132.
  • MATA PERELLÓ, Josep Maria. Las salinas continentales en los Pirineos occidentales. Simposio Transfronterizo sobre el Medio Natural Pirenaico (1º, 2001, Sort). 2002 p. 121-126.

Síntesis histórica


Se desconoce el  momento histórico exacto del inicio de la explotación industrial de estas salinas.
 
En 1983 la mayor parte de los miembros de la Mancomunidad del Salinar vendieron sus acciones a la empresa Salpura S.A., que modernizó las instalaciones con el fin de aumentar la producción.
 
La explotación cerró en el año 2000.

Prácticas socioeconómicas


  • La gestión de una salina es sencilla, y se basa en el principio de que las distintas sales presentan diferentes solubilidades. En primer lugar el agua es bombeada y luego se canaliza por gravedad hacia estanques de poca profundidad denominados saladeras, donde se inicia el proceso de evaporación. A medida que la salmuera aumenta su concentración, se llega al punto de saturación de algunas sales distintas de la sal gema, como es el caso de los carbonatos y los sulfatos. Cuando esto sucede, las aguas de las saladeras son conducidas por tubos hacia estanques de evaporación secundaria denominados eras salantes, en las que se produce la precipitación de la sal gema. En el agua sobrante todavía quedas otras sales de una solubilidad aún mayor, por lo que es eliminada con el objetivo de obtener un producto lo más rico posible en cloruro de sodio. El agua sobrante contiene aún sales de potasio y de magnesio en disolución con lo que el proceso puede continuar para aprovecharlas en otros usos. El sedimento conseguido es conducido y almacenado en montones para su definitiva desecación y el posterior envasado o transporte. La duración del proceso varía considerablemente en función de la temperatura del aire y de otros parámetros meteorológicos como el viento. La sal que se explota en las salinas puede destinarse a usos muy diversos, tales como el consumo doméstico, la prevención de formación de placas de hielo en las carreteras, consumo para el ganado, etc. En ocasiones se precisa una sal con una pureza muy elevada, razón por la que se somete a un tratamiento previo a las salmueras, adicionando sustancias químicas que aceleran la precipitación de los solutos indeseados. La cal, por ejemplo, acelera la precipitación de las sales de magnesio, y el carbonato de sodio lo hace con las sales de calcio. El proceso de evaporación del agua puede realizarse también por diferentes procedimientos dependiendo del tamaño de grano que desee obtenerse (sal gruesa o sal fina) Si se desea producir sal gruesa es preciso que la sal precipite en un medio con escasa agitación. En ocasiones la salmuera es calentada en calderas, manteniendo la temperatura en torno a los 85º centígrados. Los cristales van creciendo y su tamaño guarda relación con el tiempo que se les permita hacerlo. La sal de mesa, por ejemplo, corresponde al tamaño de los granos que se les permitió crecer durante un día. La sal fina por el contrario, se obtiene por ebullición en un medio con agitación constante.  

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