Descripción
Se trata de un gran azud, que atraviesa el cauce del Ebro, que deriva el agua para alimentar una acequia que posteriormente sirve para el riego de los término de Osera, Villafranca y Pina, donde el agua sobrante vuelve a verterse al río. Por el lado opuesto, nace una segunda acequia que llega hasta Quinto y que posiblemente es de construcción algo posterior.
En la actualidad, desde la obra de recrecimiento y consolidación de 1927-1934, está revestido con cemento, que impide ver la obra original. Esta sería de mampostería dispuesta escalonadamente por el lado de la corriente, de forma que compone una rampa de cima alomada con la finalidad de ofrecer menor resistencia al caudal del Ebro y evitar excesivas presiones y fuerzas sobre la obra construida.
Fuente
-
BIEL IBÁÑEZ, María Pilar (coord.). Inventario del patrimonio industrial y la obra pública de Aragón. Inventario inédito, Gobierno de Aragón, Diputaciones y Comarcas, 2004-2009.
Bibliografía
-
BOLEA AGUARÓN, Francisco; Puyol Ibort, Marta. Arquitectura hidráulica y usos del agua en la Ribera Baja del Ebro [En línea]. Quinto: Comarca de la Ribera Baja del Ebro, 2012.[Consulta: 12 de agosto de 2024]. <http://www.dehuesca.es/~sipca/IMAGEN/documentos_web/BDPCA_22.pdf>.
-
LABARTA, Fermín. La acequia, la huerta y la presa de Pina. Zaragoza. 1977 , nº 43-44, p. 191-224.
Síntesis histórica
La acequia y la presa de Pina tuvieron su origen en época medieval: los habitantes de Pina abrieron la nueva acequia en 1178, gracias a un privilegio otorgado por el rey Alfonso II, que les permite construir una acequia y elevar un azud donde lo consideren conveniente. Un segundo privilegio de ese mismo año les concedió el control de las compuertas de la nueva acequia.
Como todos los azudes de esa zona del Ebro, sufrió numerosas reparaciones, e incluso reconstrucciones, a lo largo de los siglos.
Las reformas más importantes del siglo XX tuvieron lugar en 1910 y en 1927-1934.
La segunda de estas obras se basó en el proyecto del ingeniero Joaquín Gallego, del año 1925. Con estas obras se pretendía: consolidar la presa, su embocadura y el canal principal; elevar las aguas del canal para regar la zona de Ginel; y mejorar en sus primeros kilómetros la acequia de Quinto.
De esta manera se lograron 4000 hectáreas de riego eventual más en la comarca y alrededor de 1000 hectáreas de nuevos regadíos en la zona de Ginel.
Más recientemente, en el año 1996, al comprobarse que podía aprovecharse el salto de agua de la presa, se construyó en la margen de Nuez de Ebro una minicentral hidroeléctrica.