Se trata de un edificio de tres plantas y de una sola elevada a la misma altura de las tres. Enlazaba con las naves en shed y presenta fachada a la calle paralela a la carretera. El edificio se encontraba dividido de la siguiente manera; una zona central en la que se situaba la entrada de vagones y vehículos de transporte de gran tonelaje, además de la entrada de personal, la portería, los ficheros y las escaleras. A su izquierda, se localizaba una gran nave de una sola altura para la plataforma de ensayos y grandes unidades con un puente-grúa de 10 toneladas, y en su extremo se ubicaron en tres plantas la sección técnica, la sala de dibujo y los archivos. El ala derecha se dividía en tres pisos en su totalidad y en ellos instalaron el botiquín, la maternidad, los comedores, los laboratorios, las salas de visitas, la de Juntas y Exposición, la escuela de aprendices, la sección de radio y dos viviendas. Otro pabellón paralelo al interior y de nuevo aislado del conjunto de naves, donde se encontraban la central eléctrica y los hornos de alta frecuencia, la fundición, el laminado y trefilado, el almacén de maderas, el parque de materiales y un campo de deportes. En todos estos casos el sistema de construcción era mixto, con estructura de hormigón armado sobre cimientos de hormigón en masa, armaduras de cubierta metálica y techumbre de teja árabe. Los muros de cerramiento de la fachada se construyeron de bloques de hormigón macizos o huecos, con zócalos y marcos de ladrillo visto. Para el conjunto de las naves industriales se optó por el shed, aunque no se encontraban orientadas hacia el norte sino hacia el mediodía, buscando así una iluminación más intensa a la vez que evitar el deslumbramiento en las zonas de trabajo.
En general los alzados presentan vanos adintelados, remarcados con ladrillo a cara vista sobre muros lisos enlucidos. En la fachada principal se destacaba un gran arco de medio punto abocinado y remarcado por una moldura a modo de alfiz, que servía de puerta de entrada de vehículos pesados y que queda enfatizado como elemento fundamental de dicha fachada gracias al trabajo de hierro que presenta. A los lados de esta entrada se disponían los vanos de cada piso, que quedaban unidos por una moldura de ladrillo, produciendo la sensación de un gran vano adintelado de desarrollo vertical. Como remate de la fachada, un friso de vanos adintelados, que recuerdan los frisos de arquillos de la arquitectura civil aragonesa.
Por último señalar la existencia de una torre que no aparece en el proyecto, situada al final de la fachada descrita, de planta cuadrada y se eleva hasta un total de seis alturas. Sus muros están horadados por una hilera en sentido vertical de vanos adintelados y está rematada por un friso de tres vanos, también adintelados. Los elementos de esta torre nos llevan a establecer relaciones con la arquitectura del pasado, con las torres campanario.
Es un edificio típico de la arquitectura industrial de la autarquía, donde no se han perdido las lecciones del racionalismo, aunque se combinan y enriquecen con elementos de una arquitectura más tradicional, de la que son muestra el protagonismo alcanzado por el ladrillo, la inclusión del gran arco de medio punto, la torre o los frisos de vanos.