El primer silo (de mayor altura), presenta una planta rectangular al que se le añade una esbelta torre, es un  edificio de un gran hermetismo donde predomina el macizo sobre el vano, con una casi total ausencia de estos, exceptuando los abiertos en el piso inferior y en la torre.

Los altos muros están articulados por medio de una serie de bandas verticales, que todavía potencian más la verticalidad del inmueble.

El edificio se completa en la parte baja con varias naves destinadas a almacenaje, adosadas por uno de sus lados al propio silo.

El segundo de los dos silos (de menores dimensiones), está caracterizado por una tipología diferente al anterior, ya que en este silo no sobresale la torre. Se conforma por un bloque compacto hermético y macizo, donde los altos muros están articulados por medio de una serie de bandas y con una cubierta a dos aguas. Donde encontramos unos diminutos vanos en la parte superior de forma plana adintelada y una bicromía de materiales aparente en su estructura. 

La función de estos grandes edificios es el almacenaje del grano previo a su transporte ferroviario.