La Central Térmica de Escucha responde, arquitectónicamente, a la funcionalidad que su tipología requiere, omitiendo cualquier elemento decorativo. Para su construcción se utilizan diversos materiales, primando el cemento, el metal y el vidrio.
Se compone por el edificio propio de la central, la cinta transportadora que lo comunica con el parque de carbón, la chimenea que expulsa los gases, el parque de trasformación eléctrica, los edificios de oficinas y los barracones que utilizaron los obreros que construyeron la central en 1970.
Cada uno de los elementos que componen la central se sitúa conforme al proceso que está destinado. El proceso general comienza en el parque de carbón, el cual proviene de Teruel, Mequinenza e importando, el cual se mezcla en dependencia de su poder calorífico. El carbón es transportado a través de la cinta a las tolvas y a su vez al molino, donde se pulveriza.
El carbón pulverizado pasa a las calderas a través de los quemadores, donde se mezcla con aire, creando turbulencias que a su vez provocan la gran bola de fuego del horno central. Éste se comunica con los precipitadotes, que provocan que las partículas se queden pegadas a las paredes y de esta forma depurar los gases para la salida por la chimenea.
Alrededor de las calderas discurren las tuberías de agua, que se calienta a altas temperaturas consiguiendo de esta forma vapor a gran presión, que hace mover la turbina, generando energía mecánica de rotación. La turbina es de tres cuerpos, para la alta, media y baja presión respectivamente, permitiendo aprovechar al máximo la fuerza del vapor, ya que éste va perdiendo presión. El vapor restante vuelve y se repite el proceso.
A través de los rotores de las turbinas y el generador, la energía mecánica de rotación se transforma en energía eléctrica, la cual pasa al parque de transformación para que la alta tensión se transforme en baja.
En el caso de la Central Térmica de Escucha no posee torres de refrigeración ya que la central usa la totalidad del agua. En su lugar utiliza aerogeneradores, paneles situados en la zona superior que provocan que el aire y el agua vuelvan a bajar a los condensadores, ya refrigerados, que permiten su reutilización.