Los antecedentes de esta fábrica se remontan a 1920, fecha en la que el industrial Manuel Gutiérrez de Córdova abre una nueva empresa textil frente a la catedral. Dedicada inicialmente a la fabricación de toquillas y bufandas, fue ampliando rápidamente sus secciones y abriendo nuevas rutas comerciales a medida que la capacidad de producción aumentaba. El éxito de la empresa fue en aumento. Durante la Guerra Civil, Tarazona se convirtió en uno de los principales focos textiles de España al quedar aisladas por el conflicto las empresas catalanas.
En 1941 José y Ramiro Gutierrez Tapia, hijos de Manuel Gutiérrez de Córdova, constituyen Textil Tarazona, S.A., como continuación de la empresa textil de su padre. A partir de ese momento se produjo una gran expansión. Se siguió una estrategia de alta producción y liderazgo en costes, que la convirtió en una de las empresas textiles más grandes de España, con 10100 empleados.
1963: su producción, centrada hasta entonces en los géneros de punto, se diversifica, comenzándose a fabricar moquetas de lana y acrílicas, y colchas a gran escala. Sin embargo, sus estrategias empresariales que en los primeros años de la posguerra fue idónea, no tuvo el mismo éxito en este momento, a causa de la falta de mercado y de la competencia catalana y alicantina aumentaba. Debido a la escasez de materias primas de estos años compran la empresa FITENA S.A. para surtirse de lino ante la escasez de lana.
En mayo de 1966 se produce la primera suspensión de pagos, aunque en 1968 se reanuda la actividad con dificultades.
La empresa cambia de propietarios en 1971. Sin embargo, continúa sufriendo problemas, muy afectada por la crisis mundial del petróleo, que obligó a la empresa a cesar nuevamente su actividad en 1971.
En 1977 se hace cargo de la empresa el INI con el 51% de las acciones, junto con la Diputación de Zaragoza, la Caja de Ahorros de Zaragoza, Aragón y Rioja, y la firma Brunet y Cía. A medida que la actividad comercial lo iba permitiendo, fueron incorporándose trabajadores hasta alcanzar una plantilla total de 445 personas. A partir de allí, cmienza una fase de mejora, En 1981 se produjo la última modernización industrial, que permitió a la empresa estar en condiciones óptimas para competir, tanto en el mercado nacional como exterior.
Tras un fallido plan de reconversión, en 1998 se produjo el cierre definitivo de la empresa.
En fechas recientes fueron demolidas por el Ayuntamiento la mayor parte de sus instalaciones. En la actualidad únicamente se conserva la chimenea.
Edad Contemporánea-S. XX-1941