La localidad de Santa Eulalia del Campo se encuentra próxima al río Jiloca, ubicada en su margen izquierda. En su casco urbano puede distinguirse el núcleo originario, de mayor antigüedad, localizado en el extremo sudoriental, en contacto con el puente que cruza el río Jiloca. Es en esta zona de la localidad donde se concentran las principales plazas, entre las que se encuentra la plaza de la Iglesia; se trata de una plaza abierta hacia el puente nombrado, y se encuentra presidida por el edificio de su parroquial, bella construcción de estilo gótico-renacentista llevada a cabo por su constructor, Pierres Vedel, en 1560.
La iglesia pertenece al grupo de iglesia gótico-renacentistas existentes en la provincia, caracterizadas por su evolución a partir del gótico aragonés hacia una concepción más unitaria del espacio. Por lo general estas iglesias cuentan con una única nave, a la que abren capillas laterales entre contrafuertes, y cabecera poligonal de 3 o 5 lados; el sistema de cubiertas utilizado es la crucería estrellada y se encuentra sobriamente decoradas. Al exterior, muestran el airoso volumen de la nave central, en la que destacan la cabecera y el ritmo de contrafuertes, y el cinturón de capillas laterales situadas a menor altura, que rodea la nave. Las portadas generalmente se abren en el lado de la epístola, bajo un arco cobijo de medio punto, formando un pequeño atrio, que es el resultado de la eliminación de una de las capillas.
Como ejemplar perteneciente a esta tipología arquitectónica, la iglesia de Santa Eulalia reúne prácticamente todas estas características: se organiza su espacio en torno a una única nave de cuatro tramos, con cabecera poligonal de tres lados, y capillas abiertas entre contrafuertes; el espacio se cubre con una bóveda de crucería estrellada a excepción de las capillas que flanquean la cabecera, que lo hacen con crucería sencilla.
Al exterior, destaca el volumen de la nave y los contrafuertes que la recorren, rodeada por el anillo de las capillas laterales. En los tramos de la nave central se abren vanos ligeramente apuntados con tracería. Junto a la cabecera, en el lado de la epístola, se adosa la casa rectoral.
La portada de la iglesia se abre en el penúltimo tramo desde los pies, en el lado de la epístola; formando un pequeño atrio, consta de dos cuerpos bajo arco de medio punto cobijo. El cuerpo inferior se cubre con arco de medio punto flanqueado por dos pares de columnas jónicas sobre plinto, entre las que se abren nichos con esculturas. Un entablamento separa el cuerpo inferior del superior, en cuyo dentro dos columnas enmarcan un relieve, coronado por frontón curvo. Esta portada probablemente se encuentre relacionada con la cruz de término fechada en 1566, que se sitúa frente a la portada, realizada por el mismo equipo que construyó la portada.
La torre se levanta en el ángulo suroeste; posee tres cuerpos, siendo los dos inferiores cuadrados, construidos en sillar, separados por una imposta a la altura de las cubiertas de las capillas; el cuerpo superior, por el contrario, posee planta octogonal, y se encuentra realizado en ladrillo, de influencia mudéjar, abiertas sus caras por huecos de medio punto abocinados. La torre se remata con un capitel de teja.