El palacio forma un conjunto con la iglesia de San Miguel, a cuyo costado septentrional está adosado.
Sigue la tipología habitual en su época de construcción, con patio interior y tres plantas en altura, aunque la distribución espacial y funcional del palacio ha variado mucho a lo largo de los siglos.
La crujía oeste, erigida en el siglo XVII, conserva estancias de carácter residencial.
La crujía oriental de mayor antigüedad, cuenta con una serie de estancias de carácter funcional.
La crujía norte, orientada hacia las huertas, presenta un aspecto fortificado, destacando la galería de arquillos de medio punto doblados que recorre su parte superior como único elemento plástico de la fachada.
La fachada norte corresponde a una ampliación realizada durante los siglos XVI-XVII, de aspecto muy sobrio por la solidez de sus muros. Consta de un cuerpo central que presenta notable retranqueo entre dos torres, que quizá fuesen en origen más altas, pero que fueron posteriormente rebajadas para igualar la altura de todo el conjunto.
El flanco oeste fue ampliado durante los siglos XVII y XVIII, y presenta un retranqueo notable con respecto a los pies de la iglesia. Se prolonga en ángulo hacia la crujía meridional, adosándose a la torre de Montserrat, junto a la que se ubica el acceso al palacio, en arco de medio punto. Este paño meridional de la crujía más moderna presenta en su fachada dos pisos, abriéndose en el piso bajo, a la izquierda de la puerta de acceso, dos vanos adintelados cuadrados, mientras que en el piso superior aparecen tres huecos abalconados con dintel. Culmina el conjunto de la fachada un alero de media caña.
El edificio tiene tres plantas de altura, con gruesos muros de carga. La estructura original, característica de los palacios de la época, consta de planta baja, donde se ubicaban las caballerizas, cuadras, cocinas, almacén y servicios generales; planta noble, que albergaba grandes salones con artesonados sencillos del siglo XVI, y la zona de dormitorios; y la planta alta.
En el interior se abre un amplio patio de planta aproximadamente cuadrada, en la actualidad muy transformado por su uso como vivienda, dos de cuyos lados están constituidos por un simple muro de ladrillo correspondiendo a construcciones secundarias, culminado por un alero de media caña en yeso; los otros dos lados poseen dos pisos de altura abiertos por medio de arcos de medio punto en ladrillo, cegado alguno en planta baja. El acceso a este patio se realiza a través de un largo corredor desde la entrada. En torno a este patio existen una gran cantidad de estancias que albergaban distintos usos, según las necesidades de los diferentes propietarios.
La escalera de acceso a los pisos superiores corresponde al siglo XV, y posee una barandilla decorada con yeserías mudéjares talladas con motivos del gótico tardío; esta barandilla queda en la actualidad embebida en el muro que separó la zona de escalera y planta superior del zaguán de entrada y planta inferior.
En una de las estancias de la primera planta existen restos de columnillas y arquerías con motivos correspondientes igualmente del gótico tardío. Dos de las estancias de la planta superior se cubren con techumbre mudéjar de vigas de madera, en bastante buen estado.
Puede asimismo destacarse la existencia de numerosísimos grabados de aspecto tosco en los revocos de los muros de algunas de las estancias del palacio, donde se inscribieron numerosas fechas correspondientes a los siglos XVI y XVII, así como grabados de varios barcos que ondean la bandera de los Hospitalarios, algunos animales y frases escritas.