Exterior: construido en ladrillo, consta de tres pisos determinados por la apertura de vanos, es la fachada principal la única que actualmente muestra la prestancia que pudo poseer la casa; conserva en la planta baja el acceso al interior bajo un gran arco de medio punto con rosca de ladrillo que apea en pilastras de piedra sobre un pequeño plinto de escasa elevación.
En la fachada lateral todavía se conservan algunos huecos que presentan restos de aplicación de yeso lo que hace suponer la existencia de un mirador que en la fachada principal estaría cerrado con un rafe de madera como solía ser habitual y que daba más prestancia a la casa.
El exterior del edificio ha sufrido graves transformaciones entre ellas el tejado que corona el ala de la fachada principal, más bajo que el resto, haciendo desaparecer también la posible galería que abriría en la planta alta, como ocurre en la fachada de la calle Pabostría; el tejado se apoya sobre una magnífica cornisa de ladrillo y teja, con decoración de dentillones (ladrillos dispuestos en esquina) y pisones (ménsulas formadas por ladrillos de tamaño y vuelo gradual).
Interior: el edificio es de planta cuadrada, con un ala saliente hacia la plaza de Santa Marta. Los espacios están articulados en torno a un patio central al que se accede desde el zaguán de entrada estando comunicados mediante la escalera principal, situada en un ángulo de dicho patio.
Patio: de planta ligeramente rectangular, apoya en cuatro columnas jónicas cuya estilización de fuste se acentúa mediante las estriaciones, presenta basa y plinto; sobre ellas apoyan arcos deprimidos rectilíneos que rematan en los ángulos con una doble curva. Dichas columnas soportan el piso superior que abre mediante una triple arcada, en cada lado, de arquillos mixtilíneos moldurados que apean en finas columnas de fuste fasciculado, combinándose pues, en este patio, la tradición gótica con la nueva moda renacentista.El patio se coronó con un alero de madera de potente vuelo del que tan solo se conservan dos fajas del friso. Las crujías de ambos pisos están cerradas con techumbre de vigas de madera, agramiladas, sobre las que apoya la tablazón decorada con pequeños listones formando rectángulos. Actualmente se encuentra cerrado por una mampara de cristal.
Escalera: de tipo claustral, se situó en un ángulo del patio; comunica con el piso alto de la luna repitiendo la galería de arcos mixtilíneos sobre finas columnillas de fuste estriado del modelo establecido en el patio. El espacio de la escalera está cubierto por una espectacular techumbre de madera de casetones moldurados que diferencia una zona central y conjuga dos planos de profundidad.
Sala baja: se trata de la estancia más notable del edificio de cuantas se conservan y se ubica en el ala sur. Siguiendo la tradición de las casas zaragozanas de la época, los aposentos de verano estaban ubicados en la planta baja. De grandes dimensiones, consta de una planta rectangular y presenta un magnífico alfarje del tipo tradicional (jácenas y jaldetas), tan solo decorado con un fino agramilado en los frentes (papos); la estructura de madera apea en modillones muy prolongados con lóbulos en los extremos.