La parroquial, construida entre el 28 de abril de 1697 y el 18 de mayo de 1708, dentro del estilo barroco, presenta una planta de cruz latina de tres naves, siendo más ancha y alta la central, con cabecera plana y crucero.
Los cuatro tramos de la nave central se cubren con bóveda de cañón con lunetos separados por arcos fajones de medio punto algo rebajados, mientras que el crucero, en su encuentro con la nave central lo hace con una cúpula semiesférica sobre pechinas y rematada con falsa linterna.
Las naves laterales, también con bóvedas de cañón con lunetos, poseen altares en todos los tramos, con retablos de gran calidad, al igual que sucede con los existentes en los brazos del crucero.
Adosada a la cabecera por el lado del Evangelio, se sitúa la sacristía, con cubierta plana, y a los pies del templo se halla el coro bajo que se cubre parcialmente con balcón corrido en forma de "U", y desde el que se accede a un gran espacio situado en la torre, que se utiliza como almacén.
La iglesia muestra un interior en el que destacan sus grandes dimensiones, la amplitud espacial de la nave y el conjunto de pinturas murales, de la escuela aragonesa dieciochesca, que decoran las bóvedas de la nave central, presbiterio y crucero; sobresalen los frescos que decoran los brazos del crucero con representaciones del Abrazo ante la Puerta Dorada (lado noreste), Predicación de San Juan Bautista (lado noroeste), el Martirio de San Juan Lorenzo (lado sureste) y la Virgen del Rosario (lado suroeste), así como la decoración de las pechinas, con los cuatro Evangelistas acompañados del Viviente del Tetramorfos que los simboliza, y la cúpula que presenta cuatro medallones decorados con la representación de San Juan Bautista, los padres de Este, Zacarías y Santa Isabel, y los padres de Cristo, La Vírgen y San José. La bóveda del presbiterio presenta en el centro el tema del Cordero Místico, rodeado por una guirnalda de flores sostenidas por ángeles en violentos escorzos.
El resto de los muros, desde la imposta de arranque de las bóvedas hasta el suelo en la nave central, y toda la superficie de las naves laterales, se pintan de blanco, con algunos detalles ornamentales de tonos pastel en las enjutas, pilastras y entablamentos de la nave central.
Por el exterior, el edificio denota claramente la distribución interior, remarcándose la cruz latina de la nave central y del crucero, de gran altura, rematado por las cúpulas y las naves laterales de menor altura. Se trata de una gran construcción de ladrillo visto de aparejo corrido sin tendeles, sobre un basamento (exterior) de piedra, y rematado en su coronación por aleros de ladrillo apoyado en unos pequeños canetes del mismo material.
La cubierta de teja, se ve superada por el cimborrio de planta octogonal que cubre la cúpula, cuya cubierta, también de teja, culmina a su vez en una falsa linterna, como ya se ha dicho anteriormente, iluminándose la cúpula con grandes ventanales situados en los lados del tambor no paralelos a las fachadas.
En las fachadas laterales se observa cómo sobre la cubierta de teja de las naves allí ubicadas aparecen los contrafuertes que refuerzan los arcos fajones de la nave central que, como se ha dicho, posee mayor altura y se ilumina mediante grandes ventanales centrados entre los contrafuertes.
La fachada de los pies está inacabada, presentando como remate un frontón que no es sino la expresión de la inclinación de la cubierta a dos aguas. El acceso se realiza por un pórtico ubicado en el lado de la epístola donde la fábrica de la fachada posee unos dibujos cuadrados resaltados y donde parece que se iba a ubicar una torre.
La iglesia posee dos espadañas: alojadas en el lado de la Epístola, se construyeron también en ladrillo, correspondiéndose con el cuerpo de campanas.
La iglesia condensa las características más habituales de la arquitectura barroca religiosa aragonesa, que responden al modelo italiano vignolesco configurado en el Renacimiento.
La decoración interior en clave barroca presenta motivos vegetales, figurativos y arquitectónicos, siguiendo la tendencia marcada por los "quadratturisti" italianos del s.XVII.