Se trata de un interesante edificio residencial que, adosado al edificio de la Casa Consistorial, fue construido en época moderna y constituye uno de los ejemplos más notables dentro del conjunto de arquitectura civil de la localidad.
Adscrito a la tipología de casa-aragonesa, su estructura sigue los esquemas propios de ésta: articulada en tres plantas se dotó de una fachada principal que abre a la calle Pedro Pórtoles. Construida enteramente en ladrillo sigue una disposición asimétrica: la planta baja se articula mediante la apertura, descentrada, del acceso principal bajo un gran arco de ladrillo de medio punto, balcones volados adintelados en la planta noble y galería de arquillos de medio punto en la planta superior. El conjunto se remata con un potente alero de madera muy volado.
Su uso actual como residencia de propiedad particular conllevó la restauración integral del edificio para la adecuación como vivienda por lo que la distribución interna se ha visto notablemente transformada.

El edificio respondería a la tipología de palacio aragonés realizado en época moderna, constituyendo un ejemplo notable dentro del conjunto de arquitectura civil de la localidad, acentuado más aún por su ubicación adosado al edificio de la Casa Consistorial, aunque las transformaciones sufridas para su adaptación a su uso actual como vivienda han desvirtuado su estructura original, restando parte del valor que la primitiva construcción poseía.