Se encuentra próxima a la cima del montículo en cuyas laderas se sitúa el núcleo. Según Manuel Iglesias y Adolfo Castán, en esta cima se elevaba un castillo, del que no se ha localizado ningún resto.
Junto a la iglesia, a lo largo de su fachada sur, se situaba el cementerio, al que se accedía por un portalón de sillares y cubierta de losas que todavía se conserva, adosado al extremo de esta fachada. También en esa zona, frente al muro de la capilla de la epístola, se conserva un pilar cuadrado de sillería que posiblemente está relacionado con el cierre de dicho cementerio.
Es un edificio de planta rectangular, orientado al este, con dos capillas laterales (la de la epístola en arcosolio y la del evangelio de mayor profundidad) y una sacristía cuadrangular adosada al costado norte de la cabecera. Está realizado en sillares regulares de ciertas dimensiones, completado con mampostería en diversas zonas que obedecen a diversas reformas y reparaciones posteriores, que complican relativamente la interpretación de la iglesia al imbricarse de forma inseparable con la obra original. Cubre con lasa a dos aguas.
A pesar del empeño de los autores que la han estudiado por justificar su filiación románica (hay documentada en el lugar una iglesia desde finales del siglo XI, pero probablemente se trata de un edificio desaparecido que sería sustituido por el actual), el edificio parece una obra unitaria realizada en el siglo XVI o principios del siguiente, al menos en lo que se refiere a la nave y capillas, que muestran al exterior idénticos paramentos de sillares. La gran espadaña de dos ojos de medio punto situada en el hastial de los pies pudo hacerse en fecha ligeramente posterior, ya que su aparejo es de mampostería y presenta una inscripción con la fecha de 1527. Más tarde esta espadaña se convirtió en una torre cuadrangular de aparejo aún más tosco, que coincide con el de la parte superior del muro sur (fruto quizá de unas obras de reparación). Esta última reforma puede corresponder a la fecha de 1827, que aparece en el arco triunfal de acceso al ábside por el interior.
Existen dos puertas de acceso, en arco de medio punto, claramente imbricadas en la obra original, una en el muro sur, de salida al cementerio y otra en el de los pies, actualmente cegada.
Por el interior, nave, cabecera y capillas se cubren con bóveda de cañón, que en la cabecera apea en entablamento biselado. La nave y la cabecera se encuentran separadas por un arco triunfal de medio punto. Hay coro alto de madera a los pies. En el muro sur de la cabecera se abre una ventana de medio punto con doble derrame, único elemento disonante respecto a la hipótesis cronológica propuesta más arriba, aunque puede tratarse de un elemento arcaizante; en el muro de los pies se abre un vano cuadrado de factura mucho más tardía.
Todo el interior de la iglesia estaba pintado con gris y blanco, imitando sillares, según es característico del siglo XVI.
La sacristía es un espacio cuadrangular, con acceso adintelado, cubierto con cielo raso.