Las aldeas de realengo del territorio de Teruel se organizaron en torno a una institución autónoma para defender sus intereses frente a la ciudad. Las primeras alusiones corresponden al siglo XIII, y persistió hasta los Decretos de Nueva Planta borbónicos y, como organismo económico, hasta 1833. Los representantes de las 80 aldeas que conformaban la institución se reunían en una asamblea o plega anual.
La suma de todos los pueblos alcanzaba en 1495 los 2.853 fuegos.
El archivo se mantiene en su ubicación original, dentro de la torre de la iglesia de Mosqueruela, y se cierra por tres cerrojos, cuyas llaves están en manos del alcalde, del párroco y del juez de paz de dicha villa. A pesar de la pérdida y dispersión de muchos fondos en el transcurso de la Guerra Civil, conserva cerca de 10.000 documentos. Entre ellos, destacan las actas de las Plegas Generales, las acreditaciones de los representantes de las aldeas y las ápocas.
Por otra parte, en el Archivo Histórico Provincial de Teruel se guarda un fondo de 2.317 documentos procedentes de la Comunidad de Teruel, y la Biblioteca de Catalunya conserva un importante fondo con el mismo origen.