Actualmente esta localidad ya no cuenta con fosas comunes localizables. Numerosos soldados fallecieron en la zona y recibieron sepultura por los campos del término, más exactamente en el paraje conocido como “la Cantera”, pero hoy en día ya no puede verse nada en el lugar, y, al decir de las informantes, numerosos restos fueron devorados por los animales.

Otras víctimas de la guerra en la localidad: En los primeros días de la guerra se produjo un fuerte combate en las calles del pueblo en el que murieron tres vecinos que se habían comprometido con los falangistas que ocuparon la localidad en un primer momento, pero los cuerpos de los fallecidos en ese combate fueron trasladados fuera del pueblo en dirección a Huesa del Común y no se sabe qué se hizo de ellos. Un joven natural de Rudilla llamado Clemente Andreu que residía en Fonfría murió en combate junto a los republicanos durante la contienda; otros ocho jóvenes del pueblo morirían luchando junto a los franquistas. Se llamaban Evaristo Burriel Monterde, Juan Burriel Rafael, Cirilo Juan Moreno, Tomás Ramos Esteban, Jesús Rodrigo Gimeno, Tomás Sevilla Juan Yus Lahoz y Lorenzo Yus Valero. Después de la guerra está registrada la muerte violenta de Pedro Sorribas Castarlenas en el término de Rudilla, pero desconocemos la vecindad de la que procedía ese hombre y las circunstancias exactas en las que se produjo su muerte. Un vecino de Rudilla llamado Basilio Blasco Martín, hermano de uno de los informantes, se exilió a Francia y fue ejecutado en Nantes como represalia por la muerte de un oficial francés en esa ciudad atlántica, un hecho que marcaría oficialmente el comienzo de la lucha armada contra la ocupación de Francia. Fue ejecutado con más de 40 compañeros, y la muerte de los “50 rehenes” -como son habitualmente conocidos en Francia- es un hecho de gran relevancia histórica en el país vecino. Hasta hace poco más de un año no se sabía que uno de esos rehenes -cinco de ellos eran españoles- procedía de un pueblo de Aragón.