Aquel año que van fer [...] lo de La Zebollera, tamé… Se van disfrazar tamé, iban unas cuantas, y era pa san Blas. Y estaba, Ester de la Crezenzia, estaba en casa la tía Franzisca. Y allí se quedaron musicos, que los musicos antes, pos como no n’aeba pensión, pues se quedaban per las casas. Y nada, y van baixar to’l camino, y to, bueno! Vestidas de hombre. Engancha La Zebollera… Que nusatros no, ebam crías! A Ester de la Crezenzia, la va chitar a la cama y venga, la va remangar… Oi, aquella muller! Oi, Ester, qué orror, pobro… Estaba deshecha. 

―Que m’ha tocau el culo!

La Zebollera conta be lo que era. Y después cuan se va enterar, vamos. 

―Tengo pa matar-la, pa matar-la tengo!

Se creía que era un hombre, y era una mujer.