Descripción
Se levanta en un tozal a unos cuatro km de Troncedo, a la izquierda de la carretera en dirección a Graus.
Edificio construido en mampostería trabada con abundante argamasa. Es de planta rectangular con testero recto orientado al este, cubierta de losas a doble vertiente y, como elemento destacable, dos pronunciados contrafuertes a cada lado, protegidos por losas en la parte superior, casi en continuidad con el tejado.
El acceso se sitúa en el muro de los pies. Es adintelado con dintel y jambas monolíticas de gran tamaño, y se encuentra protegido por un breve alero. Un estrecho vano rectangular se abre a cada lado de la puerta.
El interior se articula en dos tramos, nave y cabecera, siendo está última ligeramente más estrecha y de menor altura que la nave. Cubre con dos tramos de bóveda de medio cañón, que explican la presencia de los contrafuertes al exterior.
Fuente
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PUYOL IBORT, Marta et al. Inventario de patrimonio arquitectónico de Sobrarbe y Ribagorza. Inventario inédito, CEDESOR (Centro de Desarrollo de Sobrarbe y Ribagorza), 1999-2001.
Bibliografía
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BALLARÍN, Óscar; González, Arturo. ... A pies descalzos: Los romeros de Albella y su camino en honor a San Úrbez. Zaragoza: Arialla, 2013.
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Ermitas de Sobrarbe. Aínsa: Mancomunidad de Sobrarbe, 1998.
Datación e historia del bien
CONSTRUCCIÓN
Desde Edad Moderna-S. XVII
hasta Edad Moderna-S. XVIII
Los contrafuertes, ante la presión de la bóveda, se pudieron levantar en fecha posterior.
Tradiciones
La fecha de la celebración de la romería era la víspera de la Ascensión. Después de la misa se repartía caridad. También se procedía a la subasta de dos roscones con el fin de obtener fondos cuyo destino era el mantenimiento de la ermita. Cada uno llevaba la comida y se comía en los alrededores. A la vuelta se cantaban los gozos a san Úrbez y se rezaba el rosario.
Durante los veinticinco días siguientes, diariamente, una de las casas de Troncedo iba a la ermita a renovar el aceite y mantener encendida la vela, hasta que terminara la siega y la trilla.
Desde el día de la Ascensión hasta la finalización de la siega, una casa del pueblo se encargaba cada día de llevar una lamparilla de aceite para "alumbrar la ermita". Se trataba de un ritual protector que trataba de eliminar el riesgo de pedrisco.
En las temporadas de sequía también se hacían rogativas ad petendam pluviam.
- Se trata de una leyenda local que cuenta un episodio de la vida de san Úrbez en Troncedo. Estando San Úrbez trabajando como pastor en una casa del pueblo, un día, que estaba con el ganado en el monte, se quedó dormido y los animales se metieron en un campo de trigo. Sin embargo, el ganado no comió el grano sino las malas hierbas. El pastor despertó y desde donde estaba lanzó su palo diciendo: "Donde caiga mi gayato será mi payarato", con lo que al parecer quería decir que donde cayese el palo sería donde moriría. El palo cayó en Nocito y por eso fue a morir ahí. El lugar desde el que san Úrbez tiró el palo es donde los de Troncedo levantaron la ermita.