Iglesia de cabecera poligonal orientada al este (105º) con contrafuertes en las esquinas, una sola nave de dos pisos, estando definido el segundo por una galería corrida de arquillos; capillas laterales entre los contrafuertes, siendo su altura la mitad que la nave, torre a los pies y acceso al S por medio de un pórtico que cobija puerta de corte y decoración renacentista.

Se ha utilizado aparejo de mampostería con sillares en las esquinas y en los frentes de los contrafuertes; ladrillo, en el segundo piso de la nave central. Teja árabe en las cubiertas de la nave y de las capillas, y losa en la terminación prismática de la torre.

Aparte de la torre, el elemento más destacado al exterior es la galería de arquillos de la nave. Una moldura en gola marca la separación del cuerpo principal con el de ladrillo en el que los vanos de arcos doblados se suceden apoyados en pilastras de sección cuadrangular. Las recorren dos molduras en listel: una a la altura del alféizar de las ventanas y otra como línea de imposta en el arranque de los arcos. Se remata con alero de dos hiladas escalonadas de ladrillos aplantillados de perfil curvo que crean una línea festoneada. Un segundo piso de estas características lo encontramos en dos iglesias próximas: la de Torres del Obispo y la de Aler. Su función principal es el de la ventilación de las bóvedas de la nave.

La torre es de cuatro cuerpos y cinco pisos. El primero, de sección cuadrangular, de dos pisos y altura igual al cuerpo principal de la nave. La misma moldura en gola, antes mencionada, montada sobre otra inferior semicircular, le separa de los cuerpos de sección octogonal. Estos son tres y la separación se marca asimismo con molduras. En el primero se han colocado garitones en los chaflanes correspondientes a las esquinas suroeste y noroeste del cubo inferior; en el ángulo noreste está el husillo que alberga la escalera de caracol por la que accede hasta el último piso. El segundo, con siete esbeltos vanos rematados por arcos semicirculares, algunos de ellos cegados o semicegados con ladrillo, corresponde al cuerpo de campanas. El último, de remate, retranqueado respecto al inferior, de poca altura, con dos aperturas rectangulares hacia el noroeste y sur, soporta un tejadillo octogonal de losa.

El acceso a la torre se realiza desde el coro al segundo piso del cuerpo cuadrangular; en el correspondiente a la planta baja hay una capilla cubierta con bóveda de crucería a la que se entra desde el sotocoro. Resultó imposible acceder al interior de la torre, pero por sus características exteriores parece similar al de otras iglesias visitadas, como la de la Puebla de Fantova o Laguarres: el paso de la sección cuadrada a la octogonal se realiza mediante trompas, el comienzo de la escalera de caracol en el interior del husillo se realiza en el segundo piso, y por último, las entreplantas del resto de los pisos, si son como las de Fantova, se construyen con vigas de madera.

Al interior presenta las trazas de las iglesias características del Aragón del siglo XVI: planta de una sola nave, en este caso de tres tramos, con cabecera poligonal, capillas laterales de menor altura y bóvedas góticas que van desde la sencilla crucería, en la capilla de los pies y las laterales, o la de terceletes, sobre el tramo del coro, hasta las estrelladas de distinto grado de complicación en cabecera y tramo segundo y tercero. Todos los nervios apean en ménsulas; son de florones las de la nave central, en las de la cabecera se representan rostros de putti; en algunas laterales ángeles trompeteros, aunque en algunas de estas últimas se ubican curiosas representaciones como son las de los rostros de señores con bigote (norte, junto a cabecera) o calaveras (sur, junto a cabecera). En la misma línea estarían los rostros, que parecen de demonios, en algunos tondos situados en el cruce de nervios de los tramos segundo y tercero.

Las simulaciones de sillares en color gris son habituales en el siglo XVI y por tanto contemporáneas a la construcción de la iglesia. Del siglo XVIII son las pinturas de alguna capilla lateral (la del lado sur junto a la cabecera, por ejemplo) en las que se representan en ocre amarillo y azul veneras con elementos vegetales y, en este caso, pájaros. Por último, la simulación de marmoleado en arcos de acceso a capillas laterales y en nervaduras, junto con el coloreado de ménsulas y claves,  está firmada y datada por el autor en una cartela pintada que reza: [FUE] PINTADA ESTA YGLESIA POR FRANCISCO  […] LA DIRECCIÓN DE COSME […] AÑO DE 1885

El coro es contemporáneo a la construcción de la iglesia. Posterior es la sacristía, posiblemente del siglo XVIII.

La portada de la iglesia, actualmente instalada en Graus, estaba precedida por pórtico con columnas en los ángulos sobre las que apoya un friso corrido. Se cubrió con bóveda de crucería, actualmente derrumbada, cuya presencia queda testimoniada por los arranques de las nervaduras en los ángulos.

La portada propiamente dicha es un vano en arco de medio punto flanqueado por columnas. Estas columnas apean sobre basamentos de sección cuadrangular decorados con relieves a candelieri en los frentes que quedan a la vista, y su altura es la tercera parte de la columna propiamente dicha. Cada una de estas columnas se compone de una basa con plinto cuadrangular y dos toros (molduras de sección semicircular convexa), fuste con acanaladuras labradas con más densidad en la mitad inferior; capitel con baquetón en toro, hojas de acanto y volutas poco desarrolladas en ángulos y frente; arquitrabe con tres fasciae (bandas) escalonadas, y friso con la leyenda FIUCTUARI POTEST NAUI CUIA que se remata con cornisa decorada con ovas y dardos.

El vano de la puerta tiene las jambas (decoradas también con relieves a candelieri) divididas en dos alturas, la inferior, como el basamento de las columnas, y la superior, desde el basamento hasta el salmer. La rosca exterior del arco, rematada por dos bandas decoradas con ovas, aloja una seriación de putti de cabecitas aladas, mientras que el intrados se divide en nueve placas rectangulares con relieves vegetales, excepto la clave en la que se representan las dos llaves cruzadas, emblema de san Pedro, titular de la iglesia. En las enjutas dos angelotes gordos en posición reclinada portan cada una de ellos una cornucopia.

Este ingreso es idéntico al de la iglesia de la Asunción de Torres del Obispo, con la excepción de la portada de Torres presenta frontón y el arquitrabe está decorado con guirnaldas.