Edifcio de sillarejo bien labrado pero de tamaño irregular, dispuesto en hiladas perfectamente ordenadas. Ha sido recrecido con partes en mampostería.

Su planta se dispone en una única nave con cabecera ultrasemicircular orientada al este.

La bóveda de la nave es de cañón, de unos 3 m de altura, y la de la cabecera es de horno, a la misma altura.

Al exterior el ábside se caracteriza por una decoración con dos lesenas y arquillos ciegos despiezados en tosca, de los que solo restan cinco, propios de usos constructivos de tradición lombarda. Monta sobre un basamento irregular. Los muros no presenta decoración. El ábside posee un vano en el centro, con arco de medio punto, abocinado de doble derrame. Es el único que queda de la construcción original.

En el lado sur hay dos accesos. La primitiva puerta se sitúa en la mitad del muro sur con arco de medio punto con pequeñas dovelas de piedra toba. La otra, junto a la cabecera, con arco rebajado.

El edificio ha sufrido dos modificaciones a lo largo de su historia. La primera fue la ampliación del tramo de la nave por el lado de los pies, recrecimiento en altura y construcción de una nueva bóveda, posiblemente en el siglo XVII o XVIII. La segunda, cuando ya se había derrumbado parte de la bóveda al oeste, consistió en acortar la nave hasta el fajón próximo a la cabecera y abrir en ésta una segunda puerta al sur; esta reforma se pudo realizar en el siglo XIX o en el XX.