Descripción
La llanura de la Hoya de Huesca se encuentra salpicada por pequeñas elevaciones de arenisca que, complementadas con obras artificiales, fueron aprovechadas en la Edad Media como núcleos fortificados a partir de los cuales surgieron poblados de campesinos.
Albero Alto posee un resalte amesetado de arenisca que fue ocupado por una fortificación de origen islámico que dominaba el terreno circundante. Del castillo no queda ningún vestigio, sólo la base de piedra arenisca tallada donde estuvo asentada la fortificación.
Esta fortificación hispanomusulmana, ocupada a partir de fines del siglo XI por los señores feudales aragoneses, fomentó el desarrollo de una población repoblada por cristianos, que durante siglos fue patrimonio señorial eclesiástico y laico, cuya iglesia parroquial construida en siglo XVI se adosó a la cara occidental del antiguo castillo, quedando integrados alguno de sus elementos en el nuevo templo.
En la actualidad la apertura por la que se accedía al castillo se ha ensanchado y las gradas esculpidas en la roca han sido sustituidas por otras de cemento.
Fuente
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ARILLA NAVARRO, Silvia. Campaña de inventario de patrimonio inmueble de la Hoya de Huesca: Zona sureste. Inventario inédito, Comarca Hoya de Huesca / Plana de Uesca, 2017.
Bibliografía
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ARCO Y GARAY, Ricardo del. Una estación prehistórica en Albero Alto (Huesca). Boletín de la real Academia de Historia. 1913 , nº 63, p. 150-154.
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Obras en la iglesia de Albero Alto. Diario del Altoaragón. 24/01/2004 p. 14.
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PALLARÉS FERRER, María José. El constructor de la iglesia de Albero Alto. Diario del Altoaragón. 01/11/1987 p. 18.
Síntesis histórica
María José Pallarés en su artículo sobre “El constructor de la iglesia de Albero Alto” cita que: es interesante la mención de un aposento que se ha de hacer en el lado del evangelio, a la parte del presbiterio y que llegaría desde la capilla colateral hasta la puerta del castillo. De acuerdo con esta mención podemos saber dónde se hallaba la puerta de la fortaleza que por lo visto a finales del siglo XVI todavía se sostenía en pie.
En 1610 el castillo pertenecía al oscense Juan Costa (referencia documental recogida por Antonio Ubieto).
Pedro Blecua, en 1797, escribió que “se conservan vestigios de un castillo contiguo al pueblo, sobre un peñasco muy elevado”.
Pascual Madoz, a mediados del siglo XIX describe entre 1845-1850: “Junto a la iglesia se eleva un peñón redondo y tajado perpendicularmente por todos lados, sin otro acceso que una pequeña abertura practicada años ha, y tan estrecha que apenas puede pasar por ella una persona; en su cima está el campanario de la parroquial, cuya elevación, sólida y elegante fábrica excitan la curiosidad de todos los transeúntes que llegan al pueblo: antiguamente en el sitio que ocupa la torre había un fuerte o torreón circuido de muralla, cuyos vestigios se conservan, el cual en aquellos tiempos debió ser inexpugnable por hallarse aislado y sin subida alguna”.
Ricardo del Arco y Garay hace la siguiente descripción en 1913: “en medio del pueblo levántase un enorme peñón, que debió ser antiquísima atalaya. Se halla cortado por todos lados casi perpendicularmente, y su acceso se verifica por unos escalones toscamente practicados en la roca. En la plaza que forma la cúspide hay abiertas unas profundas cavidades, que debieron servir de silos ó graneros”
Datación e historia del bien
CONSTRUCCIÓN
Desde Edad Media-S. X
hasta Edad Media-S. XI