Es un edificio de una nave con cabecera poligonal orientada al este y dos capillas en cada lado; en el costado norte se le añade un cuerpo cuadrangular correspondiente a una capilla de construcción posterior.
En el exterior el elemento más destacado es la torre, situada a los pies de la iglesia. De gran altura y esbeltas proporciones, consta de cuatro cuerpos, separados por impostas molduradas. El primero es cuadrangular y los tres superiores octogonales, siendo el último de menor tamaño. Bajo la imposta que separa el primer y segundo cuerpo hay un interesante friso con triglifos entre los que se disponen rostros en relieve. En el segundo cuerpo destacan cuatro garitones de planta circular dispuestos en los ángulos. El tercero abre en cada uno de sus lienzos vanos para campanas. El último, dispuesto a modo de mirador con una balaustrada, presenta también vanos de medio punto.
La portada original se sitúa en el costado sur. Es un vano en arco de medio punto moldurado y sogueado, que apea en salmeres a modo de capitel. Está flanqueada por semicolumnas adosadas sobre elevados plintos que sostienen un entablamento en el que puede leerse la inscripción: ANO / INGREDERE TEMPLUM DEI / 1564. Tanto en las enjutas como sobre el entablamento había relieves que han sido totalmente rehechos imitando los modelos originales. Sobre la portada, hay una hornacina avenerada actualmente vacía. En los sillares de este lado de la iglesia hay abundantes marcas de cantero.
En el interior, la cabecera se cubre con bóveda de crucería, cuyos nervios y plementos están totalmente pintados con decoración de tornapuntas y hojas del siglo XVIII. En su costado norte, con acceso por puerta adintelada, se abre la sacristía, con bóveda de cañón transversal al eje del edificio.
La nave se divide en cuatro tramos cubiertos por bóvedas de crucería sencilla, cuyos nervios apean en pilares (primer tramo) y ménsulas voladas.
Las capillas laterales tienen similares bóvedas. Las dos primeras presentan embocadura en arco apuntado, mientras que las más próximas a los pies la tienen en arco de medio punto.
La capilla más interesante es la primera del lado derecho, dedicada a San José. Está cerrada por verja en hierro de forja trenzado. En uno de sus muros hay un destacado sepulcro en arcosolio, con figura yacente y león a sus pies. Su frente está decorado con relieves, entre los que destacan tres grandes escudos separados por pilastrillas acanaladas: el central es liso, con cimera de infanzón y está rodeado por lambrequines vegetales y rostros de sátiros; los laterales (similares entre sí) son partidos, con ave (¿cisne?) en el cantón diestro y tres lanzas oblicuas en el siniestro. Bajo ellos, banda con diversos relieves (motivos vegetales, putti) dispuestos a candelieri y cartela en la que consta la fecha de 1589. En la misma capilla, en el muro del altar, el pintor barbastrense Francisco Zueras pintó en la década de 1940 la traza de un retablo neogótico.
La capilla abierta con posterioridad, dedicada a San Antonio de Padua, está situada en el lado izquierdo, cerca de los pies, y es un cuerpo autónomo del resto de la iglesia. El acceso desde ésta se realiza mediante un arco de medio punto de grandes dimensiones decorado con profusas yeserías barrocas con motivos vegetales, angelotes y, rematando el conjunto, una gran figura de San Miguel venciendo al diablo. La capilla tiene planta cuadrangular. Se cubre con cúpula sobre pechinas, en las cuales hay yeserías pintadas representando a los cuatro evangelistas. El acceso al edificio se hace actualmente por una puerta abierta en esta capilla, en arco de medio punto.
A los pies hay un coro alto. Bajo él se abre una pequeña capilla, cuadrangular y cubierta con crucería simple, que corresponde al piso bajo de la torre. A esta se accede desde el coro, cuyo primer piso está cubierto con bóveda de cañón.