Es una iglesia románica de una nave, con una capilla ligeramente saliente en el lado de la Epístola, y cabecera semicircular más estrecha orientada hacia el este.

Está realizada con sillares de cuidada cantería, aunque sus paramentos muestran abundantes reparaciones y reposiciones de piezas realizadas con aparejo de peor calidad: el tercio superior del muro sur, por ejemplo, con sillares de menor tamaño y regularidad.

El ábside se levanta sobre un gran zócalo macizo ligeramente ataludado, como consecuencia del desnivel del terreno. Dos vanos en arco de medio punto, abiertos en el centro del ábside y en su cara sur, iluminan el interior.

A los pies, sobre el hastial, se eleva una espadaña de dos ojos en arco de medio punto.

La portada se abre en el muro sur. Es un vano en arco de medio punto enmarcado por un guardapolvo decorado con puntas de diamante.

El aspecto de su interior es fruto de una importante reforma en época barroca.

Solo el ábside conserva su aspecto románico original, si bien relativamente transformado, ya que está cubierto con una bóveda de ladrillo, en cuarto de esfera muy rebajado, que procede de una reconstrucción.

La nave está cubierta por una bóveda de medio cañón con lunetos, dividida en tres tramos por fajones de medio punto que apean en pilastras adosadas, como producto de la reforma barroca.

En el lado de la Epístola se abre una capilla con embocadura en arco de medio punto, de mayor profunidad, y posiblemente mayor antigüedad, que las del lado opuesto.

En este último se abren tres capillas horanacina, ne arco de medio punto, de muy escasa profundidad.