Puente-acueducto del Canal de Aragón y Cataluña que permite salvar el desnivel de terreno en el recorrido del canal al mismo tiempo que permite el paso de la carretera. Fue diseñado por el ingeniero Rafael L. Sandino.

Construido en hormigón, a una altura de rasante de 10 m y unos 120 m de longitud. Está formado por un cuerpo de cinco bóvedas de gran amplitud (15 m de luz) en arco parabólico bordeados por un marco continuo que subraya su elegante diseño. Las pilas que sostienen las bóvedas están ornamentadas en sus frentes con columnas adosadas más anchas en la base que se prolongan hasta el coronamiento del canal. Evocan columnas clásicas, con pedestal y capitel simulados mediante molduras horizontales. Arriba se sitúa el canal abierto por donde corre el agua. Sus paredes están trabadas mediante vigas de hormigón colocadas en la parte superior. Al exterior aparece delimitado en su base por una gruesa moldura, compartimentado en tramos por las columnas adosadas y reforzado al exterior por contrafuertes verticales de perfil cóncavo que remarcan la línea vertical y aligeran la pesantez del canal. Todo el proyecto revela la intención de crear un efecto decorativo agradable, teniendo en cuenta que era una zona de paso de vehículos.

En los estribos de los extremos figura bien destacada la fecha de construcción: 1905.

Actualmente ha sido rehabilitado y pintado en color ocre que contrasta con el blanco de marcos y molduras.