Esta iglesia debe su origen a las religiosas de Sigena, señoras temporales del lugar y, como la mayoría de las construidas en el siglo XVI, es de una nave, dividida en tres tramos con ábside poligonal de cinco paños. Los tramos se cubren con bóvedas de terceletes, cuyos nervios apoyan sobre semicolumnas a dosadas al muro, y muestran claves decoradas de estuco, a base de trabajos geométricos y florales. A estos tramos y entre los contrafuertes que los señalan se abren capillas y, a la derecha del presbiterio, la sacristía.

Las capillas del primer tramo son similares, con arco de ingreso apuntado y cubiertas con bóvedas estrelladas. Lo mismo sucede con las del segundo tramo ambas con bóvedas de terceletes e ingreso en arco de medio punto, conservando restos de una antigua decoración mural la del lado de la Epístola. En el tercer tramo del lado del Evangelio tenemos una capilla que hace de baptisterio con acceso en arco de medio punto y cubierta con cúpula sobre pechinas y lucernario.

Frente a ella, se encuentra la capilla barroca de San Pedro Arbués, abierta bajo arco de medio, con un tramo cubierto con bóveda de medio cañón que desemboca  en un espacio interior de planta cuadrada y cúpula rebajada sobre pechinas, entre las que se abren vanos adintelados para la iluminación. El interior de esta capilla, con pilastras acanaladas de capitel compuesto en los ángulos, se halla abundantemente cubierto por ornamentación en estuco de tipo vegetal o a base de angelotes, nubes y conchas. La encontramos sobre puertas, marcos de los vanos, roscas de los arcos o, tras el altar, en un gran marco destinado a alojar un cuadro desaparecido. Pero lo más interesante de esta capilla son las pinturas murales de Fray Manuel Bayeu, realizadas en 1806, con efectistas composiciones escenográficas. En las pechinas están las alegorías de la Fortaleza (guerrera), la Caridad (amamantando a los niños), la Religión (con fuego, cruz y un elefante detrás), la Paciencia (con un yugo y los ojos cerrados), todas de gran efectismo, superando el marco. En la cúpula y entre nubes tenemos un ángel con palma y corona de laurel acompañado de otros que portan una filacteria con la leyenda "Accipe Mercedem tuam". Estas pinturas se encuentran en muy mal estado y necesitan una restauración urgente. También hallamos un lavatorio de estilo neoclásico realizado en mármol negro y marrón.

La fábrica gótica muestra un trabajo de sillería bien escuadrada, las capillas barrocas sobresalen en planta y bajo la línea de imposta de muros y contrafuertes hay una decoración de bolas. La portada, a los pies, es en arco de medio punto de dovelas resaltadas, flanqueado por semicolumnas estriadas donde apoya un friso decorado con recuadros resaltados, lo mismo que las enjutas. Más arriba hay un óculo de iluminación. La torre campanario es de seis cuerpos cuadrangulares, marcados por una fina cornisa, el quinto aloja los vanos de las campanas y el último de ellos es de ladrillo y de forma octogonal (fruto de una reforma barroca). La caja de escaleras es una especie de torrecilla circular que se adosa a la torre.