El Ayuntamiento de Calanda, a diferencia de la tipología de las casas consistoriales turolenses, carece de lonja. Es una construcción de planta rectangular con fábrica de cantería en la base y ladrillo el resto, y cuenta con tres pisos de altura. La puerta de acceso se abre a la plaza de la localidad, es de medio punto con chambrana sencilla, sobre la clave se muestra el escudo de la localidad, aunque es posible  que se añadiera en fecha posterior a la construcción del edificio. Separa la primera de la segunda planta una línea de impostas.
En el piso noble se abren dos balcones adintelados y con vuelo, muy posteriores a los originales posiblemente del siglo XVII, al igual que la colocación del escudo.
En la tercera planta vemos ventanas adinteladas de pequeñas dimensiones.
En la fachada lateral, orientada a la iglesia llama la atención una pintura del siglo XVIII de estilo rococó, y carácter conmemorativo aludiendo a Francisco Cascajares, con fecha de 1752. Este lado del edificio se encuentra transformado, aunque todavía queda la imposta de separación de los pisos, así como vanos adintelados, ventanas  y balcones. El edificio se remata con un alero de ladrillo.
El resto de las fachadas fueron derruidas y levantadas de nuevo perdiendo toda su impronta original.