La Acequia Madre nace en la localidad de Cella y tiene su fin en los humedales de los Ojos de Monreal, con una longitud total de 45 km.

No es un cauce natural, sino que se ha intervenido constantemente para encauzar las aguas del río Jiloca (o río Cella) en un tramo en el que no existe encajamiento natural. Se divide en dos tramos, el primero llega hasta la laguna del Cañizar el cual tiene la función de captación de aguas sobrantes del riego de las acequias del Caudo y la Granja.

El segundo tramo parte de este punto y llega hasta Monreal. Éste último sirve tanto de drenaje como de acequia de riego.

La Acequia Madre se cita por primera vez en un documento del año 1195, el llamado "Pergamino de Piedra" en el que el rey Alfonso II dona la Heredad de Villar del Salce a los monjes del Monasterio de Piedra. Bajo la denominación de río Cella el documento más antiguo conservado es de 1320.