La parroquial se levanta exenta
La moderna iglesia parroquial viene a sustituir al templo antiguo; construida en el mismo solar, el edificio se levantó tras la Guerra Civil, y cuenta con planta rectangular de una nave de cuatro tramos, cubierta con cielo raso, presbiterio separado de la nave por un arco diafragma, cubierto por cañón, y coro alto a los pies. La decoración aplicada en yeso, de tradición bizantina, consta de palmetas, taqueado y motivos antropomorfos que cubren capiteles y frisos. La iluminación se consigue con una doble ventana abierta en cada tramo de la nave, de arco peraltado y con vidrieras. El edificio se cubre con tejado a doble vertiente. Los muros, revocados de yeso, están recorridos por contrafuertes que sirven de marco a los pares de vanos. El exterior presenta detalles en ladrillo en intradós de vanos, puerta de entrada y cornisa que remata los muros.

Bienes muebles: -Retablo mayor, moderno, con elementos del antiguo retablo de la antigua parroquial de finales del siglo XVII. Realizado en los años 50, en el taller de los Hermanos Albareda, de Zaragoza. -Pila bautismal en jaspe, finales del siglo XVII.