El edificio se levanta exento, precedido de un murete con una verja.
Se trata de una casa palacio, perteneciente a los señores de Luceni. La heredera del señorío de Luceni a mediados del XVII, doña Lorenza Agustín y Martínez de Marcilla, contrae matrimonio con el cuarto Conde de Fuenclara en 1678, llevando como dote, entre otras posesiones, la casa palacio. Consta de un volumen rectangular, bastante alargado, con tres plantas de altura y amplias bodegas en los sótanos. El revoco actual que cubre la fachada oculta los paramentos originales. Hoy podemos contemplar lisos muros tan solo articulados por la apertura de vanos sencillos adintelados, de escaso tamaño los correspondietnes a la falsa. Cierra el conjunto un alero de media caña. Al interior, el espacio se halla completamente remodelado para su adecuación a las instalaciones municipales, quedando tan solo la falsa aún sin intervenir. Esta configura una amplia estancia diáfana cubierta por viguería de madera. Los sótanos están ocupados por amplias estancias abovedadas, en ladrillo, igualmente rehabilitadas para albergar un pequeño museo etnográfico y un salón de actos, en el que se conservan los restos de dos interesantes arcos de ladrillo ligeramente en herradura, que bien pudieron formar parte de un primitivo castillo levantado en el mismo solar, y al que se hace referencia en un privilegio de Alfonso III de Aragón, datado en Huesca a 13 de noviembre de 1286, donde se concede la posesión y señorío de "la villa y castillo de Luceni" para D. Lope Ferrench de Luceni.