Se trata de uno de los conjuntos de infraestructuras para el paso del Ebro habituales en la comarca. Si bien ninguno de sus elementos componentes destaca por su interés arquitectónico intrínseco, sí tiene importancia por conservarse casi completo en ambas márgenes y documentar las características y disposición de estos conjuntos.

Está compuesto por un embarcadero, construcciones para el torno y la sirga en ambas orillas y la casa del barquero, en la orilla de Cinco Olivas.

El embarcadero se conserva perfectamente en ambas márgenes, lo cual es poco habitual. A diferencia de otros ejemplos de la comarca, no cuenta con ninguna estructura de obra. Se trata simplemente de un terreno limpio, explanado y rebajado dispuesto para el atraque de las barcas.

La casa del barquero, situada en la margen de Cinco Olivas algo separada del río, muestra los materiales de construcción habituales en la comarca en un alzado sin especiales elementos destacables.

Es un edificio construido en sillarejo consolidado y revestido con cemento, de planta rectangular y de dos pisos. Cubre a doble vertiente. Los vanos, abiertos en los lados cortos, rematan con dintel de madera. Respecto al interior, las habitaciones se organizan en torno a un vestíbulo central del que parte un tramo de escaleras que conduce a la planta alta.

Las construcciones para la sirga son grandes y gruesas estructuras, aproximadamente cilíndricas, de mampostería, con el interior relleno de tierra. Conservan en la parte superior el enganche de hierro para sujetar la sirga.

Se conservan en ambas márgenes. La del lado de Cinco Olivas es de menor tamaño, mampostería más irregular y se encuentra peor conservada. La del lado de Alborge presenta unos paramentos mucho más regulares y una forma cilíndrica más regular.