El edificio que actualmente ocupa el Hostal La Trucha fue el origen de la fábrica de papel existente a partir del s. XVIII, concretamente a partir del año 1789, cuando se crea la sociedad entre el Sr. Temprado y unos industriales franceses que se ocupaba de la explotación de unas de las primeras fábricas de papel en Aragón y la primera de papel continuo en España, según Pascual Martínez Calvo, encargándose además de la fabricación de sobres, libros, rayados y papel moneda.

Para ello se valía de la fuerza del río Gadalope, desviada mediante un canal de dos metros de ancho hasta la rueda hidráulica, conectada a los engranajes que hacían mover las maquinas.

Las edificaciones eran de mampostería con estructura de madera y cubierta de teja, algunas de ellas conservadas muy reformadas. Contaba además con viviendas para dirigentes y jornaleros.

El destino de la producción estaba principalmente en Madrid, en el Ministerio de Hacienda para el que realizaba papel del estado y papel moneda, quizás por ello fue uno de sus últimos propietarios.

Se mantuvo funcionando cerca de cien años.

La edificación actual ocupa la parte más noble de las fábricas y de las mejores viviendas, que ocupan habitaciones, cocina, comedor y bar del actual Hostal La Trucha, creado por Ángel Arzola en la década de los sesenta y reinaugurado tras su ampliación el 23 de mayo de 1972, por la empresa El Maestrazgo S.A. propiedad de Ángel Arzola y Miguel Gargallo.

De su época de fábrica textil conserva el espacio que en origen ocupaba la falsa utilizada para secar la lana teñida, que hoy ocupa un gran salón de ceremonias del hostal. Donde se aprecia una mansarda o bóveda de madera original, edificada con potentes vigas de madera conformando una gran sala con tres bóvedas cuadrangulares, la central de mayor altura. Así como una rueda de transmisión en el garaje de los clientes. De la época de fábrica papelera se cree que conserva en un antiguo almacén restos de la antigua maquinaria.