Se encontraba aislada de las casas, dispersas por sus proximidades. Ante la fachada de la iglesia había un crucero, parcialmente desaparecido.

Se trata de una construcción de calidad, que sorprende en un lugar de la modestia arquitectónica de Cancer. Es un edificio de una sola nave, con cabecera semicircular orientada al este más estrecha y más baja que aquella, y una capilla lateral de planta cuadrangular en el costado norte.

Está realizada en mampostería de arenisca relativamente regularizada, con refuerzos de sillar en las esquinas. En la capilla lateral los mampuestos son más toscos, evidenciando la diferencia de obra que se trata de un añadido posterior. Estaba revocada al exterior con mortero de cal y arena, del cual quedan aún algunos restos.

El acceso se realizaba por los pies. Era en arco de medio punto moldurado con un grueso baquetón flanqueado por dos mediascañas, que apeaba sobre imposta biselada y jambas de sillería. La clave era sensiblemente más estrecha que el resto de las dovelas. Sobre ella, ventana aspillerada de doble derrame y, en el vértice, espadaña muy esbelta de un solo ojo en arco rebajado.

Al interior, la nave y la capilla lateral cubren con bóveda de cañón, mientras que la cabecera lo hace con cuarto de esfera, separada de la nave por arco triunfal de medio punto. Se abren varios vanos aspillerados con derrame interno, uno en la parte central del ábside, otro en el muro norte (cegado), otro en el muro central de la capilla lateral (donde en la actualidad se abre un gran boquete) y otro junto a la embocadura de esta, hacia los pies.

A los pies hay coro alto, sobre vigas de madera, al que se accede por escalera también de madera.

El suelo es de baldosas de rejola, de 32 x 15 cm. La rosca e intradós del arco triunfal y de la embocadura de la capilla lateral están pintados imitando sillares en gris y negro, según moda característica del siglo XVI, que puede corresponder al momento en el que se abrió la capilla.