Continuamos con las novedades del otoño en el portal web de SIPCA, cuyos objetivos son solucionar lagunas en nuestros catálogos y seguir mejorando de forma permanente la información ofrecida a través del portal.Y en esta ocasión hemos incorporado a n...
En conmemoración del Día Internacional del Patrimonio Cultural Inmaterial, que se celebra este año por primera vez por iniciativa de la Unesco, hemos publicado un importante fondo documental sonoro en nuestra web: las grabaciones de campo realizadas ...
Perteneciente al gótico más primitivo, se trata de uno de los escasos ejemplos de este estilo en la provincia de Zaragoza.
Levantada sobre una planta de nave única, de tres tramos, y cabecera recta, al exterior se caracteriza por la utilización de tapial entre hiladas de ladrillo; la articulación de los muros se reduce a la existencia de toscos y gruesos contrafuertes de ladrillo construidos en el siglo XVI momento en el que se llevó a cabo el acceso, abierto en el muro de la epístola a modo de arco de medio punto de gran rosca de ladrillo.
En el interior destaca especialmente la armadura de madera de madera a dos aguas que apoya sobre arcos diafragma apuntados, que arrancan de pequeñas pilastras, cierra la nave.
A pesar de la austeridad decorativa destaca la tracería gótica en las vigas y de las ménsulas donde apoyan. Igualmente de interés resulta el coro elevado sobre dos arcos carpaneles moldurados.
Las magníficas obras iniciales del maestro francés Juan de Marca lo convertirán en uno de los principales artífices de la recuperación del mudéjar en la segunda mitad del siglo XVII y uno de los más reputados arquitectos del momento, granjeándole encargos tanto en Zaragoza como en otras iglesias de la provincia, que decorará con yeserías mudéjares. Sin embargo, de forma repentina, su obra dará un giro sorprendente en los trabajos que realizará para el conde de Morata, como el palacio de Morata de Jalón o el innovador diseño urbanístico de Chodes, en los que adoptará magistralmente los nuevos lenguajes del barroco civil italiano, implantando un nuevo estilo que se extenderá pronto a otros lugares, como Villafranca de Ebro.
Jesús Vázquez ObradorSabiñánigo, Comarca del Alto Gállego, 2002