Esta fosa contiene los restos de un mínimo de seis soldados republicanos muertos en la localidad durante la ofensiva rebelde de la primavera de 1938. Cinco de ellos fueron recogidos en el paraje conocido como “el Conejar” y fueron enterrados en el cementerio junto con otro soldado que por motivos desconocidos se quedó rezagado y fue herido de muerte en “las costeras de Amorgate”, ya dentro del casco urbano del pueblo. Otros soldados muertos por la “subida de los Vallones” y por “el Conejar” fueron trasladados hacia Alcalá del Obispo, pero se ignora dónde fueron enterrados. Aunque la fosa no tiene ninguna señal identificativa se sabe que está al lado de una amplia tumba situada en el centro del camposanto y aislada del resto.

La fecha de los acontecimientos es aproximada.

Otras víctimas de la guerra en la localidad: Cuatro muchachos del pueblo murieron en los frentes de batalla: Santos Liesa Oliva, Mariano Pérez, Jesús Brusau y Angel Vallés. Tras la guerra un joven del pueblo del que sólo pudieron decirnos que se llamaba Máximo “Zurdo” murió en una prisión de Madrid víctima de las privaciones impuestas por el cautiverio.