Actualmente esta localidad ya no cuenta con fosas comunes. En el antiguo cementerio civil del lugar fueron enterradas docenas de personas asesinadas por los sublevados a lo largo de la guerra civil. La inmensa mayoría de ellas, pero no todas, en los primeros meses de la contienda. Baste indicar que una treintena de personas fueron asesinadas en el lugar conocido como “los Cinco Ojos” a mediados de septiembre de 1936 y todas ellas fueron trasladadas hasta el cementerio de Villanueva, donde recibieron sepultura. Al término de la guerra decenas de tumbas aparecían señalizadas con unos pequeños trozos de madera que indicaban el lugar de las sepulturas. Los restos de un total de 65 personas fueron trasladadas al Valle de los Caídos sin que en ningún momento se consultase al respecto a las familias de las víctimas. Los restantes cuerpos que quedaron allí fueron a parar al osario años después con ocasión de una remodelación que transformó completamente el recinto. El lugar exacto en el que se encontraban las fosas se ha convertido hoy en día en un pequeño espacio vacío junto a la puerta principal en el que aparcan los automóviles con ocasión de los entierros que se practican en el lugar. En próximas fechas está planeado que se construya en ese punto el tanatorio municipal.

Otras víctimas de la represión ejercida por los sublevados: La propia Villanueva de Gállego también pagaría un duro precio a la violencia de los rebeldes, que se llevaría por delante la vida de más de una veintena de sus hijos. Entre las víctimas podemos citar a Santiago Cardona Bernal, Clemente Gregorio Lafuente, Teodora Serrano Pérez, Félix Blasco Abadía, Lorenzo Crespo Luño, Esteban Fuertes Lacoma, Victoriano Gracia Pascual, José Rodrigo Juste, Faustino Romeo Vicente, Justo Berduque Cativiela, Mariano Sarto Ortiz, Pascual Domeque Monzón, Antonio Bernad Subías, Manuel Salafranca Martínez, Pascual Aranda Fuertes, Jorge Arruego Orús, José Abarca Pueyo, Pilar Sevil Arto y Calixto Tolosana Marcén.