SIPCA
Sistema de Información del Patrimonio Cultural Aragonés
Hemos incorporado a nuestro portal web el Inventario del Patrimonio Inmaterial de la vertiente española del Sitio Patrimonio Mundial Pirineos Monte Perdido, promovido por el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y ejecutado por un equipo interdis...
Sencilla construcción que presenta nave única de planta rectangular, dividida en cuatro tramos separados por arcos diafragma apuntados, y cabecera plana.
Los muros, de sillería bien escuadrada, se levantan sobre un zócalo perimetral, y rematan con un alero doble sobre una hilera de tacos. La techumbre es de teja árabe a dos aguas.
La portada, en el muro sur, es en arco de medio punto doblado con dos arquivoltas de sección cuadrada y va protegida por un grueso guardapolvo.
Lo más interesante de la ermita es el conjunto de pinturas murales realizadas en dos fases sucesivas durante la segunda mitad del siglo XIII.
La primera fase, de estilo más arcaico, se asigna a un pintor anónimo conocido como Primer Maestro de Bierge. A su mano pertenece la crucifixión de la zona central del ábside y escenas de la pasión y muerte de san Fructuoso, san Augurio y san Eulogio.
En torno a 1285-1300 trabaja el segundo maestro siguiendo el gótico lineal. En el muro N narra escenas de la vida de san Nicolás, iniciando la historia en la parte inferior de la cabecera y continuando en la nave en un gran panel compuesto por diez escenas en cuatro registros superpuestos. Una disposición similar rige la narración de la vida de san Juan en el muro S. Por último, en el arco triunfal hay dos ángeles con trompetas.
Una desafortunada gestión en el proceso de restauración emprendido en los años 1949-1950 hizo que el conjunto se dispersara. Actualmente en la ermita sólo quedan, trasladadas a lienzo, las pinturas del muro de cierre de la cabecera.
La Desamortización trajo consigo la ruina de muchos monasterios, rapiñas, expolios…, pero también las primeras iniciativas estatales para salvaguardar nuestro patrimonio. En 1844 se crearon las Comisiones Provinciales de Monumentos, cuyo objetivo era inventariar, recuperar y trasladar a las capitales de provincia las obras de arte más destacadas que habían quedado abandonadas en los conventos. De allí surgirán nuestros museos provinciales, uno de los cuales, el de Huesca, celebra este año su 150 aniversario.
Jesús Vázquez ObradorSabiñánigo, Comarca del Alto Gállego, 2002