Continuamos con las novedades del otoño en el portal web de SIPCA, cuyos objetivos son solucionar lagunas en nuestros catálogos y seguir mejorando de forma permanente la información ofrecida a través del portal.Y en esta ocasión hemos incorporado a n...
La torre de Majones es de planta rectangular, y presenta cinco cuerpos superpuestos que le confieren una altura de alrededor de dieciocho metros ofreciendo una volumetría de considerable envergadura.
Está fabricada en obra de sillarejo y es de planta rectangular, con medidas de más de nueve metros por más de seis metros de lados exteriores, con unos paramentos que sobrepasan el metro de grosor.
En cuanto a su estructura interna, destacar que la planta baja era ciega, con una puerta instalada en el muro sur, de apertura posterior. En la actualidad en esta planta se encuentra el depósito de abastecimiento de agua de la población.
La primera presenta numerosas aspilleras de salida vertical. En el siguiente piso se abre el acceso original, tratándose de una puerta arquitrabada que cuenta con dos ménsulas de apoyo al dintel.
En el tercer piso es donde se observan más aspilleras, dos verticales en cada paramento, salvo en el muro sur, donde solamente hay una aspillera junto al único vano, de forma adintelada, de toda la torre.
En la cuarta planta se abren más aspilleras para la defensa, dos en el muro norte y una en cada uno de los demás paños.
La torre en su origen tenía remate almenado, del cual solo se conservan restos en el muro oeste, ya que el resto de las almenas fueron suprimidas al añadirle un tejado de planta inclinada, por lo que tres de sus caras han perdido altura.
Las magníficas obras iniciales del maestro francés Juan de Marca lo convertirán en uno de los principales artífices de la recuperación del mudéjar en la segunda mitad del siglo XVII y uno de los más reputados arquitectos del momento, granjeándole encargos tanto en Zaragoza como en otras iglesias de la provincia, que decorará con yeserías mudéjares. Sin embargo, por aquellas fechas, su obra dará un giro sorprendente en los trabajos que realizará para el conde de Morata, como el palacio de Morata de Jalón o el innovador diseño urbanístico de Chodes, en los que adoptará magistralmente los nuevos lenguajes del barroco civil italiano, implantando un nuevo estilo que se extenderá pronto a otros lugares, como Villafranca de Ebro.
Jesús Vázquez ObradorSabiñánigo, Comarca del Alto Gállego, 2002